- Leidy Diana Grueso
- Blog
- Visto: 1255
Green Technology: La clave para combatir el cambio climático desde las organizaciones
Con las últimas variaciones en el clima, es claro que el cambio climático es una realidad y que sus consecuencias meteorológicas se derivan cada vez más en problemas de desertificación, inundaciones, incendios forestales y fenómenos meteorológicos adversos. Razones por las que buscar alternativas energéticas sigue siendo uno de los principales objetivos de los expertos.
En una nueva sesión de TECHmeets, las jornadas organizadas por la Escuela Superior de Ingeniería Científica, Ciencia y Tecnología (ESICT) de VIU - Universidad Internacional de Valencia, especialistas en esta materia han reflexionado sobre la situación actual y su posible reversión a través de la tecnología.
El experto en Cambio Climático y Medioambiente Mario Picazo, comenta la importancia de cambiar el modelo energético de este planeta. “Usar combustibles fósiles quizás es el mayor problema que tenemos. La emisión de dióxido de carbono y metano, son los que más contribuyen de forma antinatural a calentar el planeta”. En este sentido ha explicado que el CO2, cuya contribución al calentamiento es del 50%, tiene tendencia a prevalecer en la atmósfera por mucho más tiempo, el 80% puede estar hasta 200 años y el 20% restante hasta cerca de 20.000 años.
Estrategias de producción limpia y desarrollo sostenible
Un objetivo que persiguen muchas empresas a nivel global es la de desarrollar una actividad social y empresarial sostenible, que genere cada vez menos residuos y que contribuya a preservar el medio ambiente.
“La evidencia científica está demostrando que el estilo de vida que llevamos los seres humanos en los últimos años, muy orientado hacia la urbanización, con los patrones de consumo y movilidad que implica, no es sostenible. Y, además, está acrecentando los efectos del cambio climático”, ha señalado Daniel Jato Espino, investigador de VIU y experto en Ingeniería Medioambiental. “En estas circunstancias, se están desarrollando iniciativas basadas en infraestructura cuya implementación debe apoyarse en el uso de tecnologías de la información geográfica e inteligencia artificial”.
Siguiendo por la misma línea, Laura Ibáñez Gallén, experta en Desarrollo Sostenible y Sostenibilidad Corporativa, ha remarcado que “las empresas están destinando parte de su presupuesto a implementar sistemas de gestión medioambiental, no solo porque lo necesitan para sobrevivir, sino porque cada vez se demandan más por parte de la sociedad respuestas sobre los productos que se están ofreciendo en el mercado”. Además, ha puesto el foco en que, a pesar de que esto supone un desembolso importante para las compañías, es importante pensar en la viabilidad y rentabilidad que dan a largo plazo.
Green Urban Data: ciudades saludables y resilientes
Gracias a la innovación tecnológica enfocada a la eficiencia energética, Alejandro Carbonell, cofundador de Green Urban Data, dio vida a la idea de desarrollar un servicio de Big Data Ambiental para facilitar la toma de decisiones orientadas al desarrollo de estrategias de mejora ambiental y calidad de los ciudadanos.
A través de un software, evidenciaron que “gracias a las zonas verdes las temperaturas pueden reducirse hasta dos grados de temperatura. Seguidamente nos dimos cuenta que hay otro valor: los servicios ecosistémicos. La vegetación como activo capaz de absorber CO2, de eliminar ruido y de beneficiar nuestra salud mental, de manera que cuanto mejor mantenimiento tengamos de esa infraestructura verde, mejores ciudades crearemos”, ha explicado Carbonell.
El cambio climático y la urbanización suponen presiones ambientales que llevan a reconsiderar el diseño y la estructura de las ciudades para que sean más sostenibles en el futuro. Esto se está materializando en iniciativas basadas en la renaturalización de espacios con infraestructura verde.
Esperemos que los avances tecnológicos permitan crear conciencia y poner un poco de freno la escalada catastrófica que está tomando el cambio climático. Por ahora debemos poner nuestro grano de arena para mitigar nuestra huella de carbono en el planeta.